La colaboración funciona mejor cuando todos los participantes tienen claro el rumbo y la meta a alcanzar. ¿Cuáles son las expectativas previas de cada uno? ¿Quieren todos obtener una medalla en particular en el Desafío? ¿Algunas de las personas están interesadas en abordar Elementos concretos cada día o en trabajar en su salud por algún motivo específico? 

Más allá de la interacción del Desafío en sí, ¿qué otras cosas les gustaría lograr? 

¿Comunicarán su experiencia en el Desafío dentro de la organización? ¿A quiénes y de qué manera? 

¿Desean compartir su recorrido en las redes sociales, ya sea de forma individual o como equipo? 

¿Cómo celebrarán el recorrido y recordarán el tiempo de colaboración que pasaron juntos? 

Realizar una actividad, poder marcarla como completada y sumar un día más en el camino a la medalla del Desafío está bien, pero ¿qué pasa después? Si todo va según lo previsto, logrará incorporar a su rutina diaria pequeñas conductas para el bienestar, que se convertirán en parte de sus hábitos saludables. 

Si, mientras realiza el Desafío, hace un descubrimiento importante (lo que denominamos momentos de inspiración), ¿cómo lo registrará? Y, aún más importante, ¿cómo lo compartirá? Es posible que no tenga una respuesta ahora, pero el objetivo es apuntar a tener una concientización permanente. Es parte de lo que esperamos que le brinde este Desafío: ser consciente de cómo los pequeños hábitos generan efectos positivos importantes, además de un valioso autoconocimiento sobre lo que funciona mejor para usted.